Que el Real Madrid es uno sin Karim Benzema y otro cuando el francés esté en el campo no necesitaba del empate ante el Girona o la derrota en Leipzig para ser una verdad absoluta. Nunca ha tratado Carlo Ancelotti en ocultar esa realidad: «Decir que tenemos dependencia de Benzema es la verdad, no hay que ocultarlo. Estoy muy feliz de ser dependiente de Karim».
Para la final de mañana ante el Celtic, en la que el Madrid debe cerrar la primera plaza del grupo después del agónico empate en Varsovia ante el Shakhtar y el 3-2 en Leipzig, uno de los interrogantes que tiene el once del Madrid es la presencia o no de Benzema. La fatiga muscular que arrastra le hizo entrenarse ayer, al igual que Tchouaméni, al margen del equipo. Será en la tarde de hoy, cuando el equipo blanco se ejercite en Valdebebas, cuando se tenga más certezas sobre si el Balón de Oro puede estar o no frente a los católicos de Glasgow.
Ancelotti, como todos los entrenadores con jugadores que pueden estar en el Mundial, sabe que la cercanía de Qatar ya está en la mente de sus jugadores. Eso convierte los partidos que quedan -para los blancos, Celtic, Cádiz y Rayo- en territorio minado.
Fuente: Diario MARCA