El Mundial de Qatar, que arranca en menos de 20 días, está siendo una amenaza fantasma para un Real Madrid sumido de pronto en un bache de juego y resultados que ha cortado de raíz su gran arranque de temporada. El temor a una lesión, por pequeña que sea, está siendo un hándicap voluntaria o involuntariamente para varios jugadores blancos llamados a tener un papel protagonista con sus selecciones en la cita mundialista.
Clubes, selecciones y futbolistas observan con preocupación y resignación cómo semana a semana se producen lesiones que apartan a jugadores del Mundial. A menos de tres semanas para que dé el pistoletazo de salida la Copa del Mundo, un pequeño percance muscular, un esquince o un golpe desafortunado puede suponer un fatal adiós al campeonato de selecciones por antonomasia. Ante esta tesitura, los jugadores que arrastran molestias optan por no arriesgar lo más mínimo para no comprometer su presencia en el Mundial.
En el Madrid el ejemplo más paradigmático es el de Karim Benzema. El atacante galo está trabajando al margen del equipo desde hace días a pesar que no hay constancia de que esté lesionado. Según el club, el capitán blanco sufre fatiga muscular y esa es la razón de sus ausencias contra Sevilla, Leipzig y Girona.
Fuente: Mundo Deportivo